¿Te has preguntado cómo y cuánto tardan en formarse las costas?¿Por qué son diferentes las costas de un lugar u otro, aunque pertenezcan al mismo país o continente? ¿De qué están hechas las playas? y ¿Qué factores las modifican?
Las costas son zonas que separan los medios
marinos y continentales. Es una banda de limites y morfología cambiante. Está
sujeta a la acción de diversos agentes dinámicos y es muy sensible a sus cambios,
por ello es importante establecer los agentes dinámicos implicados para cada zona de estudio, así como los procesos sedimentarios que actúan, pues ellos son la
base para deducir la tendencia natural de la costa y su previsible evolución (Dabrio, 2010).
Los procesos que crean, erosionan y modifican las costas son muchos (Figura 1). Por ejemplo; las olas, corrientes y mareas (Woodhead, 1999), el suministro de sedimentos, los cambios en el nivel del mar, las actividades humanas (Armenio, et al.,), como el crecimiento urbano y la descarga de contaminantes (Li, et al., 2018), todas ellas en una variedad de escalas temporales. Aunque, el
proceso que mayor energía aporta a las costas es el oleaje (Woodhead, 1999).
Las playas son acumulaciones relativamente
estrechas, pero muy largas, de arena o grava. Su prevalencia requiere de un aporte
sedimentario continuo (Dabrio, 1999), el cual, proviene principalmente de los continentes. Por ejemplo, las descargas de partículas sedimentarias de los ríos; o en aquellas costas formadas por acantilados, donde el continuo choque de las olas los erosiona y deposita el sedimento, principalmente gravas, de manera local (Woodhead, 1999). El sedimento se mueve a lo largo de la playa debido a la
deriva litoral, siempre que no haya accidentes naturales (como cabos o flechas),
o artificiales (como espigones), que la interrumpan (Dabrio, 2010). A medida que el sedimento puede transportarse varias decenas o cientos de kilómetros, se refina y descompone en partículas más finas (Woodhead, 1999).
Figura 1. Factores que influyen en la morfología del Litoral. Tomada de Dabrio (2010) |
Como te habrás dado cuenta, con tantos factores interviniendo en la evolución de las playas y costas, su estudio no es particularmente fácil debido al constante movimiento de las olas, del transporte de sedimentos, o de la mala planificación urbana que ocasiona disturbios no esperados. Sin embargo, se han desarrollado
algunas técnicas, por ejemplo, para estudiar el movimiento ondulatorio se han
utilizado medidores de corrientes e imágenes tomadas por satélites. Mientras que para
determinar la dirección y velocidad del movimiento del sedimento se pueden
realizar recubrimientos fluorescentes para producir luminóforos (partículas de
sedimento recubiertas que brillan bajo ciertas condiciones de luz), (Woodhead, 1999). Así mismo, los perfiles de playa son útiles para monitorear el balance sedimentario de las playas (Caravaca, et al., 2015). Para más información acerca de este método, visita la página "Perfiles de playa".
¿Cómo se pueden clasificar las costas?
Como podrás imaginar, existe
una variedad de accidentes geográficos costeros y tipos de costa en la
naturaleza. Clasificar las costas es una forma útil de identificar algunos
factores forzantes que dan lugar a su formación.
- La clasificación de Johnson (1919), distingue las costas entre aquellas que por su origen son de inmersión o emergentes. Las costas de inmersión incluyen valles glaciares, rías termales y fiordos. Por otro lado, las planicies costeras son características de las costas emergentes; para este tipo de costas el nivel del mar ha ido disminuyendo.
- En 1963, Shepard identificó las costas entre primarias y secundarias. Las primarias resultan de procesos esencialmente no marinos, por ejemplo costas rocosas o deltaicas. Las costas secundarias resultan de la acción de procesos marinos u organismos, como las costas de barrera de arrecife de coral o de manglares.
- La clasificación de Inman y Nordstrom (1971) se basa en la posición tectónica de las costas. Las costas de colisión se encuentran adyacentes a márgenes de placas subductoras (por ejemplo, las costas del Pacifico Sur), donde los procesos tectónicos han formado cinturones de montaña, por lo que son esencialmente, costas escarpadas y rocosas. Del otro lado tenemos a las costas de borde de salida que se encuentran lejos de las placas subductoras, son tectónicamente benignas y de menor elevación (por ejemplo, las costas de África).
Cabe señalar que las clasificaciones anteriores se basan principalmente en la
herencia geológica que en los procesos hidrodinámicos, los cuales son sumamente
importantes en la evolución de las costas. Es así, que en 1980 Davies
identificó los tipos de costas basándose en la altura de las olas y rango de
mareas (Figura 2). Debido a que las olas con generadas por el viento, la distribución de
los tipos de costas varían según sea la latitud.
Figura 2. Distribución de los rangos mareales a escala global. Tomada de Masselink et al., (2011) |
El rango de marea en el medio de los océanos es
bastante pequeño (menos de 1 m), pero aumenta hacia la costa y puede alcanzar más
de 10 m. La ampliación de las mareas depende de varios factores, como el ancho
de la plataforma continental, la ubicación y la forma de los continentes. Los
rangos macromareales se observan principalmente en mares semicerrados y
entradas de estuarios. Mientras que los rangos micromareales ocurren a lo largo de las
costas oceánicas abiertas y los mares casi completamente cerrados (Masselink, et al., 2011).